Purificación Linares Moreno recibirá mañana el título de Hija Predilecta de Molina de Segura
Mañana martes, a las 20 horas en el salón de plenos del Ayuntamiento de Molina, tendrá lugar el acto de entrega del Título de Hija Predilecta de Molina de Segura a Doña Purificación Linares Moreno, coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.
Doña Purificación Linares Moreno (más conocida como Doña Purita), nació en Molina de Segura el 10 de noviembre de 1934, siendo la hija menor del matrimonio formado por Don Eduardo Linares Lumeras, el famoso y muy apreciado médico y farmacéutico de la villa, y Doña Pilar Moreno García, quien falleció cuando la pequeña Purita tenía 3 meses de edad.
Tras concluir sus estudios de bachillerato en el Colegio Jesús-María de Murcia, estudió la carrera de Medicina en la Universidad de Granada, terminando sus estudios en 1959. En el curso 1959-1960 estuvo en Madrid, donde obtuvo la especialidad de Médico Puericultor.
Posteriormente estudió Farmacia, carrera que empezó en la Universidad de Granada y terminó en la Universidad de Santiago de Compostela en 1967, casada y con hijos.
En Santiago de Compostela empezó su carrera docente, como Profesora Ayudante de clases prácticas y la continuó en la Universidad de Extremadura, en Badajoz durante el curso 1967-1968.
En 1970 llegó a la Facultad de Ciencias de la Universidad de Murcia, donde ingresó como Profesora Adjunta Interina de Universidad el 1 de octubre de 1970. Posteriormente obtuvo por oposición Profesora Adjunta en la Universidad de Murcia coincidiendo con la finalización de su Tesis Doctoral, dirigida por su marido, el Catedrático de Edafología Dr Don Luis Josafat Alías Pérez.
Una vez obtenido el doctorado, realizó la oposición al Cuerpo de Profesores Adjuntos a nivel nacional en Madrid, ganando la plaza para la Universidad de Murcia en el curso 1973-1974.
Tomó posesión como Profesora Adjunta de Universidad de carrera en la Facultad de Ciencias el 1 de septiembre de 1975, siendo la primera mujer profesora en el área de Cristalografía y Mineralogía de la Universidad de Murcia.
Desde esa fecha ha sido profesora en el Departamento de Química Agrícola, Geología y Edafología de la Universidad de Murcia como Profesora Titular hasta su jubilación en el curso 2004-2005. Siguió cuatro cursos más como Profesora Emérita de la Facultad de Química, desde el 1 de octubre de 2005 al 30 de septiembre de 2009.
A lo largo de su dilatada carrera docente universitaria, ha impartido numerosas asignaturas en diferentes facultades como Óptica, Letras, Ingeniería de Minas, siendo las Facultades de Química y Biología donde impartió la mayor parte de su docencia.
Doña Purita ha sido galardonada con varios premios donde se reconocen «a todas aquellas mujeres que a veces, de forma escondida, han sido piedra angular de su familia, de la sociedad y de la cultura», y otros reconocimientos donde se ha tenido en cuenta su trayectoria como docente e investigadora en un período histórico de España en el que las mujeres se encontraban con muchas dificultades para ejercer su profesión.
Doña Purita pronunció el Pregón de las Fiestas Patronales de 2003, en el que hizo alusión a sus años de infancia y juventud en nuestro municipio, recordando aquellas celebraciones. Un Pregón presidido por su enorme dedicación a su profesión, su amor a la familia, al pueblo que la vio nacer y a sus gentes.
Destacamos así mismo el reconocimiento que la sociedad murciana le otorgó, concediéndole el Instituto de la Mujer de la Comunidad Autónoma de Murcia el Premio 8 de marzo 2010 en su modalidad “Premio a la Mujer Murciana”, a propuesta de la concejalía de Igualdad del Ayuntamiento de Molina de Segura, por la que fue felicitada institucionalmente por esta Corporación, en la sesión ordinaria del Pleno Municipal de marzo de 2010.
Además de su brillante trayectoria profesional, Doña Purita es una mujer con innumerables valores, que cuenta con el respeto y la profunda admiración que ha sabido crear en todas las personas que la han conocido y con las que ha trabajado, ayudándolas a crecer profesionalmente a la vez que se ocupaba, en silencio y a través de su extrema generosidad, en la tarea del crecimiento personal de dichas personas, creando almas libres, justas y en equilibrio con los demás.