Las dudas y temores de una embarazada a punto de dar a luz
Si dar a luz es ya de por sí una experiencia vertiginosa, parir en tiempos de Coronavirus puede acentuar el nerviosismo y el estrés que provoca un parto aunque no le resta ni un ápice de emoción e ilusión, al fin y al cabo, la vida siempre consigue hacerse paso e inundar nuestros corazones de esperanza.
Carmen María A.V. es una joven murciana pero molinense de adopción que será madre primeriza muy pronto. Sale de cuentas en 10 días. Se encuentra bien, nos cuenta, con las molestias típicas del embarazo aunque el confinamiento sí le está resultando un poco difícil, <<yo estoy acostumbrada a no parar, casi no aparezco por casa, y ahora esto de no salir y de no ver a mi familia pues la verdad, me está viniendo un poco bastante grande, pero bueno, resistiremos>>.
Resiste a base de dar paseos por el pasillo, hacer ejercicios con la pelota de pilates o tomar el sol en la terraza. Aunque reconoce que también es carne de sofá, es lo que le pide el cuerpo y <<normalmente le hago caso… Será porque el cuerpo se está haciendo a la idea de lo que me espera y quiere cargar pilas>>. Desde que se decretará el confinamiento, Carmen solo ha salido a la calle para tirar la basura en una ocasión y para alguna revisión médica. Nos confiesa que en circunstancias normales no hubiera tenido miedo al parto, emoción e incertidumbre sí, pero miedo no. Ahora, en la situación en la que nos encontramos, reconoce que se acentúan todos los temores, <<pensar en cómo estará la Arrixaca, si mi bebé nacerá sana, si su padre podrá disfrutar del momento del parto…>>.
Aun así, Carmen espera que el trato y la atención que va a recibir en unos días sean igual que antes de todo. Lo único que ha cambiado es que ahora solo el padre puede acompañar a la madre en el momento del parto. Al menos en la Región de Murcia la presencia del progenitor en el paritario se mantiene. En otras Comunidades Autónomas se ha restringido. Otra cosa que también ha cambiado es que tampoco se permiten visitas de familiares y amigos al hospital. <<Por lo demás espero que todo siga igual>> afirma Carmen que, como en cualquier circunstancia, considera que lo básico y principal es que todo salga bien, que su bebé nazca sana y que todo transcurra con normalidad. Le entristece, no obstante, no poder compartir en la cercanía este momento tan bonito con los suyos. Es, además, la primera nieta y sobrina para su familia y la primera niña para la familia de su marido.
Carmen se acuerda mucho de su madre estos días, <<la ayuda y el cariño de una madre es fundamental y necesaria en esos momentos de tantas dudas, por lo menos para mí, pero bueno, poco a poco nos estamos haciendo todos a la idea de que la conocerán cuando esto pase>>. Fundamental es su madre y su abuela, María, de la que recibirá el nombre su hija: <<se llamará María, como mi abuela que falleció hace poco y seguro que nos protege y nos protegerá a todos. Es nuestro ángel>>.