Canciones imperecederas que van pasando a la historia de la música contemporánea

A veces, sin danos cuenta. Otras, por intenciones comerciales. Pero, en cualquier caso, porque las partituras atesoran un poso de calidad innegable y un atractivo social indescriptible. Así es como, poquito a poco, se van promocionando las canciones para pasar a la historia, siempre enriquecida, de la música contemporánea. Y, de eso, es de lo que nos hemos ocupado en nuestro último “Música sin límites» de este lunes, día 29 de julio de 2024, una fecha, como es lógico, normal y prudente, en la que no nos hemos olvidado de felicitar a Marta y a todas “las Martas”, porque celebran su fiesta onomástica.
Las canciones se convierten en imperecederas porque el público las sigue aceptando y, además, con ilusión, de forma entrañable, con gratos recuerdos y animados a que no desaparezcan nunca esos compases. Lo demás lo aporta el marketing, los intereses comerciales y la rentabilidad de la industria discográfica, así como la promoción y el respeto que, con ello, se ganan los autores, intérpretes y divulgadores de esas canciones.
La lista se hace interminable, porque no todas las que hemos seleccionado, en nuestro último programa radiofónico citado, representan al conjunto, no, ni mucho menos. Tampoco las seleccionadas son las más importantes ni las mejores, porque ese doble calificativo es imposible otorgárselo a una determina creación, pero siempre, quitándosela a otra que, en opinión de unos, se la merece más y, en pensamiento de otros, ocurre, justo, lo contario.
No es fácil, pues, designar a una canción como representante de un todo, porque, cada una, tiene lo suyo, se halla más vinculada a un género, ofrece unos compases más melódicos y menos alocados, mientras que, otras, sí que presentan estas últimas características que, a unos, gustan más y, a otros, mucho menos.
La cuestión es divertirnos y disfrutar de música de calidad, irla ubicando, cada una, en su apartado metódicamente elegido y seguirlas escuchando siempre, porque, también, de esa manera, las convertimos en imperecederas y eternas.
Hemos aprovechado el final del programa para despedirnos por vacaciones, ya que no estaremos durante el mes de agosto, pero el primer lunes de septiembre, concretamente el día 2, volveremos a la tarea musical para disfrutar con Vds., nuestros queridos y respetados oyentes, y para hacerles gozar también a Vds., que, en definitiva, son los auténticos protagonistas y los verdaderos merecedores de nuestro ilusionado y bien medido trabajo, en el que nos esforzamos de verdad para que resulte, cada vez, más profesional, más serio, más intenso y más refinado. Vds. se lo merecen, como decíamos, y todos, desde nuestra emisora, Radio Compañía, así lo deseamos. Disfruten de la época estival y… ¡¡¡felices vacaciones y mejor verano!!!.