Molina es uno de los tres municipios de la Región que facilita el acceso a medicamentos a la población más vulnerable
Sólo tres municipios de la Región, Murcia, Cartagena y Molina de Segura, se han adherido al convenio que impulsó el Colegio de Farmacéuticos junto con la Federación de Municipios en 2018 con el objetivo de que las 569 oficinas de farmacia que hay distribuidas por toda la Comunidad pudiesen dispensar los medicamentos que necesiten aquellas personas con menos medios económicos y que son beneficiarias de una ayuda de los servicios sociales municipales.
Este convenio permite a las oficinas de farmacia suministrar a los vecinos de cada uno de los municipios adscritos los tratamientos farmacológicos siempre que aporten, junto a la prescripción facultativa, el documento que avale su dispensación y que esté firmado y sellado por el responsable de la concejalía que gestione los servicios sociales municipales. En virtud de este acuerdo, el Colegio de Farmacéuticos factura mensualmente a Murcia, Cartagena y Molina de Segura el importe de los tratamientos dispensados y estos deben pagar las facturas emitidas en el plazo de un mes.
El pasado 13 de abril la junta de gobierno del Ayuntamiento de Molina informó de la adhesión nuevamente al convenio de colaboración entre la Federación de Municipios de la Región de Murcia y el Colegio Oficial de Farmacéuticos de la Región de Murcia para el suministro de productos farmacológicos a personas que lo precisen y carezcan de medios para su adquisición.
El concejal de Bienestar Social del Consistorio molinense, Ángel Navarro, destaca que el convenio también garantiza que no haya «discriminación o situaciones de privilegio entre farmacias». Sin el sistema, mediante el cual el Colegio centraliza las operaciones y la facturación a los ayuntamientos, «todo se reduciría a la relación entre el particular que recibe la ayuda y una farmacia concreta, normalmente la más cercana al Ayuntamiento; lo que significa una posición de privilegio en el mercado ya que estaría vendiendo todos los productos que vienen por este concepto».
Ángel Navarro, que fue uno de los redactores de la parte técnica del convenio, recuerda que el municipio que inició este sistema fue el de Murcia donde trabajaba como funcionario en calidad de trabajador social «Se hizo para romper el monopolio de una farmacia, la que estaba situada en la calle Eulogio Soriano 6; allí estaba la antigua farmacia municipal de la beneficencia y ése es el origen de la ayuda para los medicamentos a personas indigentes», relata el ahora concejal socialista en Molina de Segura.
El vocal del Área 6 del Colegio de Farmacéuticos, Pedro Gil, explica al diario La Opinión que el convenio nació para solucionar problemas de acceso a tratamientos farmacológicos a personas que están en situación o en riesgo de exclusión social.
Por su parte, a raíz del estallido de la pandemia, la Federación de Municipios está promocionando nuevamente este convenio para que los ayuntamientos se adhieran y puedan ofrecer este servicio a la ciudadanía más vulnerable. «Sobre todo ahora que se vive un momento tan delicado debido a la pandemia de la covid. Esperamos que los ayuntamientos se animen a pesar de que entendemos que cada vez tienen más obligaciones y competencias impropias», aseguran desde la Federación.