Molina conecta con sus urbanizaciones
- La mejora en el transporte urbano, la implicación en los presupuestos participativos y la oferta de actividades para jóvenes inciden positivamente en que los vecinos de Altorreal, La Alcayna y otras zonas diseminadas pisen más el centro de la ciudad
En un mundo tan hiperconectado y que nos mantiene constantemente expuestos a todo cuanto nos rodea, residir en una urbanización puede resultar una ventaja para quienes anhelen un poco de tranquilidad y vivir en su propia burbuja; pero sin que ello implique estar aislados del resto de la sociedad. En Molina de Segura existe la creencia generalizada de que la gente de Altorreal, La Alcayna, La Quinta o Los Olivos, entre otras urbanizaciones, “no pisa el centro del pueblo y se va a Murcia”, una expresión muy recurrente entre los vecinos del casco urbano. Y, en gran medida, es así, según el testimonio recogido a muchos inquilinos de las zonas residenciales.
Pero en los últimos tiempos se han dado pasos importantes para que se generen sinergias positivas y para que Molina conecte con sus zonas diseminadas. Y una de las medidas estrella ha sido la puesta en marcha de servicios de transporte público. “Desde que se pusieron las líneas de autobús en septiembre de 2019, ha ido aumentando el número de viajeros que bajan a Molina, sobre todo desde que el transporte urbano es gratuito”, indica el alcalde, Eliseo García, que también es concejal de Movilidad. Precisa que se ha notado, sobre todo, los sábados por la mañana, cuando los vecinos de urbanizaciones se acercan al mercado semanal para hacer sus compras y, por otro lado, en horario de tarde se ha incrementado el número de viajeros jóvenes que aprovechan la gratuidad del servicio para relacionarse con amigos de los barrios molinenses.
Ferias de comercio
“El objetivo es que vengan a comprar, al cine y a otras actividades culturales”, remarca el alcalde. El presidente de la asociación de Comerciantes y Profesionales de Molina (Com-Pro), Francisco Saura, manifestó recientemente que esta iniciativa “influirá positivamente y va a dar más sentido al comercio de Molina”. A ello se suman otras iniciativas, como las recientes ferias de comercio celebradas en Altorreal y La Alcayna, en las que los establecimientos molinenses expusieron y vendieron sus productos. “Es una forma clara de dar a conocer nuestro tejido comercial a los vecinos de urbanizaciones”, remarca un representante del sector.
Algo se va notando. Y así lo corrobora Almudena Aguado, presidenta de la entidad urbanística de Altorreal, donde residen unas 12.000 personas, según sus datos. Admite que “últimamente se nota que va más gente de la urbanización al centro de Molina, cosa que hace años no sucedía”. Ella misma reconoce que antes frecuentaba la capital, pero apenas pisaba Molina de Segura. Sin embargo, ahora acude con más asiduidad a hacer compras en el comercio local, sobre todo los sábados, cuando tiene lugar el mercado semanal en el entorno del parque de la Compañía. “La verdad es que Molina tiene muy buen comercio y, además, nuestros vecinos están descubriendo sus ventajas, como el aparcamiento gratuito cuando vas a hacer compras”, apunta Aguado.
“Se va consiguiendo poco a poco”, señala Paco Serrano, representante de la asociación de vecinos de una urbanización vecina, La Alcayna. “La vida en una urbanización es como decir adiós al mundo, se vive algo inconexo y el sentimiento de pertenencia es difuso”, explica. Pero Serrano tiene claro que en los últimos años ha ido cambiando ese concepto y sus vecinos van tomando conciencia de que tienen que participar para exigir el arreglo de las deficiencias que tienen en su entorno. Para este vecino de La Alcayna el proceso de presupuestos participativos ha sido determinante para que aumente la participación ciudadana y para que más gente se sume a la oferta de actividades del Ayuntamiento molinense
Actividades de Juventud
Y en este apartado es importante el trabajo que desarrolla la Concejalía de Juventud. Desde este departamento municipal se está apostando por hacer llegar actividades de ocio y formativas a los jóvenes no solo del casco urbano, sino también de barrios, urbanizaciones y pedanías. Es lo que pretende el programa Cultura Joven en Barrios y Pedanías que lleva varios meses desarrollándose, con financiación de los presupuestos participativos. Organizado por la empresa Adyso motiongroup, el programa viene a dejar constancia “de que vivir alejados del centro de la ciudad no es un impedimento para participar de la vida social y cultural del municipio”, sostiene Soledad Nortes, concejala de Juventud y Cultura.
Y así quedó demostrado el último fin de semana de octubre, con centenares de niños, jóvenes y adultos de La Ribera, El Llano y La Alcayna haciendo cola para participar en los túneles del terror propuestos por el Consistorio en estas dos pedanías y en la referida urbanización. Y es que así, poco a poco, viajar al casco urbano de Molina da menos miedo.