Mientras unos estamos confinados otros vuelan en libertad

 En Noticias

Delfines en Venecia, coyotes en San Francisco, jabalíes en Barcelona… el mundo animal ha invadido las ciudades durante el confinamiento, unas ciudades que un día fueron suyas y por las que han vuelto a campar a sus anchas aprovechando la extinción temporal de los humanos. Las aves, las grandes desconocidas para muchos, también vuelan más en libertad que nunca.

<<En Murcia han aparecido especies que jamás se habían visto aquí. Por ejemplo, el Morito, una ave zancuda, o la Collalba Rubia. A las aves en libertad el confinamiento les está beneficiando muchísimo>> nos explica Raquel Ruiz Fuertes que junto con su hijo, David Morales Ruiz, ha creado, hace menos de uno año, la Asociación de vuelo libre La Tercia. Un santuario de aves en el que se encargan de recuperar, especialmente, aves cetreras, aves rapaces o córvidos que se han empleado para la caza. Unas Aves que cetreros les han cedido y que les llegan, en muchas ocasiones, en malas condiciones, <<nos llegan aves con las plumas estropeadas, con picos excesivamente largos o incluso con graves problemas mentales ocasionados por cetreros novatos que no han sabido manejar al pájaro>> nos cuenta Raquel. Desde la Asociación se encargan de darles una segunda oportunidad. De resetear su mente, hacer que olviden todo lo aprendido y vuelvan a confiar en los humanos. Con ellos vuelven a salir al campo y mientras ellos pasean, las aves vuelan libres por encima de sus cabezas, y siempre vuelven. Porque un ave que se ha criado en cautividad difícilmente podría sobrevivir sin su ayuda.

Y tampoco miran hacia otro lado con otras especies. <<También nos llegan gorriones, vencejos o palomas>>. Raquel aprovecha para explicarnos que cuando nos encontremos con algún pájaro de este tipo si los alimentamos como no es debido y lo domesticamos, cuando después le dejemos en libertad es probable que no dure mucho tiempo porque correrá muchos peligros y porque tendrá los órganos tocados de una mala alimentación. Como, por ejemplo, alimentarlos con miga de pan mojada en leche, una idea equivocada y muy extendida de la que nos advierte Raquel. Por eso, desde la asociación sacan adelante estas especies sin generarles esa dependencia con los humanos. Se ponen guantes, los pájaros no les ven y, de esa forma, consiguen alimentarlos hasta que estén recuperados, pero sin dejarles la «impronta humana». Todo esto y más: el respeto por las aves, su morfología … es lo que enseñan en los cursos y talleres que imparten en colegios, campamentos o escuelas de verano.

Raquel está muy agradecida a todas esas personas que durante estos días compran alpiste, arroz y otras semillas para alimentar a las aves de ciudad. Aun así, nos tranquiliza ante el desabastecimiento de las aves durante el confinamiento, <<las aves son muy listas y si no encuentran comida en la ciudad se irán al campo y se alimentarán de los cultivos >>. Los que también están viviendo algunas dificultades tras el confinamiento son la propia Raquel y su hijo. Con el cese de sus actividades y talleres por las circunstancias actuales, están consiguiendo mantener este bonito proyecto a flote gracias a las donaciones. Unas donaciones que más que monetarias son de comida, para poder alimentar, entre otras especies que albergan en su santuario, a lechuzas, águilas, buhos reales, grajillas, urracas o a su cuervo corax, el más grande de los cuervos. Si quieres echarles una mano para que puedan seguir ayudando a estas aves, puedes ponerte en contacto con ellos a través de su página de Facebook Asociación de vuelo libre La Tercia. 

Empezar a escribir y pulsar Intro para buscar

WhatsApp chat