Las asociaciones de padres y madres de Molina cortarán varias calles para protestar por la falta de transporte escolar
La Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Fampa) de Molina de Segura llevará a cabo este martes varias concentraciones de protesta en las entradas de diversos centros educativos para reclamar una solución urgente al problema del transporte escolar, que en el municipio está afectando a centenares de estudiantes de Infantil, Primaria y Secundaria.
En concreto, mañana martes, de ocho a nueve de la mañana, las familias cortarán las calles en avenida Gutiérrez Mellado, a la altura de la puerta del instituto Vega del Táder, en avenida García Lorca, a la entrada del colegio de Fátima, y en la calle Gabriel Cárceles, donde confluyen los colegios El Romeral y El Sifón.
Según la Fampa, los padres seguirán manifestándose hasta que se solucione el problema, tal y como se lo han comunicado a la Delegación del Gobierno. Asimismo, han informado al Ayuntamiento para que adopte las medidas de seguridad necesarias.
Las familias ya trasladaron una queja formal a la Consejería de Educación por este motivo y también han mantenido reuniones con la concejala de Educación, quien han manifestado su apoyo a los padres y madres, al tiempo que mantiene un contacto permanente con la Consejería con el fin de buscar una solución lo antes posible.
La Fampa se ha planteado destinar una subvención para contratar un servicio de conciliación en todos los colegios para los días que no existe transporte escolar. “Todos somos conscientes de que no es una solución, si no solo es un parche”, señalan desde la federación.
Además, han propuesto al concejal de Movilidad que se modifiquen los horarios de las líneas de autobuses de pedanías para adaptarlos a los alumnos que asisten a los institutos desde las zonas diseminadas. El Ayuntamiento está estudiando esta opción para dar respuesta a las familias
Por otro lado, la concejala de Educación, María Hernández, ha confirmado que 170 alumnos del colegio San Antonio se incorporaron la semana pasada a las aulas del colegio Cervantes, al igual que lo han hecho unos veinte niños de dos años en la escuela infantil Cañada de las Eras. La situación se prolongará durante varias semanas, mientras se reparan los daños causados por las lluvias del pasado día 12 de septiembre en las instalaciones del colegio San Antonio.