La Región de Murcia intensifica las acciones para prevenir daños causados por la proliferación de conejos. El Ayuntamiento de Molina de Segura y otros cinco municipios han solicitado la activación de la comarca de emergencia cinegética
La Consejería de Medio Ambiente ha puesto en marcha un plan estratégico destinado a mitigar los daños causados por la proliferación del conejo silvestre en diversos municipios de la Región de Murcia. Este esfuerzo responde a la creciente preocupación de agricultores, cazadores y otros actores locales ante los daños significativos registrados en algunos cultivos agrícolas, infraestructuras viarias y espacios naturales.
La secretaria autonómica de Energía, Sostenibilidad y Acción Climática, María Cruz Ferreira, ha destacado que “la gestión sostenible de nuestra biodiversidad es una prioridad, pero también lo es proteger los medios de vida de los agricultores y la seguridad de las infraestructuras. Este plan ofrece herramientas efectivas para alcanzar un equilibrio entre la conservación y la prevención de daños”.
En octubre de 2024 la Consejería publicó una Orden por la que se declaró la Comarca de Emergencia Cinegética Temporal en distintos municipios, entre ellos Molina de Segura. El texto también estableció una serie de medidas específicas para reducir la densidad poblacional de los conejos, priorizando la protección de los cultivos y minimizando el impacto ambiental.
Entre las acciones autorizadas destacan la captura en vivo mediante el uso de hurones y redes, jaulas trampa o capturaderos; métodos de caza selectiva, control nocturno, y medidas preventivas como la instalación de barreras anticonejos en cultivos de regadío.
Hasta el momento, los ayuntamientos de Jumilla, Yecla, Abanilla, Molina de Segura, Blanca y Abarán han solicitado formalmente la activación de la Comarca de Emergencia Cinegética en sus territorios. Estas solicitudes han permitido identificar las zonas más afectadas y diseñar calendarios de actuación específicos.
La implementación de estas medidas se prolongará hasta octubre de 2026, con revisiones anuales para evaluar su efectividad. Los informes de seguimiento permitirán ajustar las estrategias y garantizar que se cumplan los objetivos de reducción de daños y preservación del equilibrio ecológico.