La levadura, el producto estrella del confinamiento tras el boom del papel higiénico
Cristina S.P. es empleada de una gran cadena de supermercados. Un oficio que no contaba con un gran reconocimiento social antes de esta crisis y que ahora, durante la misma, se considera esencial, de los que si se parara todo sería un caos. Los empleados de supermercados y tiendas de alimentación están también en primera línea, expuestos al virus quizá en mayor medida que en otros sectores que también se consideran esenciales.
Como en la mayoría de empresas grandes o pequeñas, en la cadena de supermercados donde trabaja Cristina también están extremando las medidas de protección de sus empleados y de los clientes que acuden habitualmente a comprar a sus tiendas. Aunque Cristina reconoce que <<los primeros quince días parecía que se iba a acabar el mundo>>. Sobre todo, por la actitud de los clientes que se concentraron en masa en las tiendas y compraron <<sin mucho miramiento>>. Los empleados no tenían tiempo ni de reponer. Ahora las aguas han vuelto a su cauce. Y el papel higiénico ha sido sustituido como producto estrella por la <<levadura que es el número uno en ventas. Mucha gente está haciendo pan en sus casas>>.
Cristina ha trasladado las medidas de higiene que aplican en el supermercado a casa. Cuando sale de trabajar, limpia los zapatos con lejía, echa la ropa a lavar y se pega una ducha, todo para evitar llevar el virus a su casa en la que vive con sus dos hijas. Pese a al respeto y la tensión con la que están trabajando estos días, Cristina está muy satisfecha con sus condiciones de trabajo y con sus jefes, desde el más inmediato hasta su máximo superior, y, especialmente, se siente orgullosa de sus compañeros. Al igual que hemos apreciado en otras entrevistas, en momentos difíciles como este si algo está aflorando es el compañerismo.