«La Escuela de Cuidados ha venido para quedarse», sostiene el alcalde de Molina durante la clausura del programa

“La Escuela de Cuidados ha venido para quedarse”, ha manifestado el alcalde de Molina de Segura, José Ángel Alfonso, durante el acto de clausura de este pionero programa que se ha llevado a cabo en el auditorio Virginia Martínez, en el Mudem. El alcalde ha destacado que “gracias a la colaboración del personal sanitario, técnicos municipales, un gran número de personas cuidadoras y el valioso apoyo del tejido asociativo molinense, ha sido posible poner en marcha esta iniciativa con la que se busca dar respuesta a las necesidades reales de nuestra ciudadanía, brindando apoyo a aquellos que dedican una buena parte de su tiempo y esfuerzo al cuidado de los demás”.
Para el diseño del proyecto se ha apostado por una acción participativa en la que han colaborado personal sanitario, técnicos municipales, un importante número de personas cuidadoras y asociaciones, con el fin de tener un diagnóstico social y una propuesta de escuela que refleje las necesidades reales de la ciudadanía.
Las palabras del regidor molinense han venido precedidas de la proyección de un vídeo, de 36 minutos de duración, en el que se resume el espíritu de este programa que se ha desarrollado desde enero hasta junio de este año, con la realización de una veintena de talleres a los que se han sumado 52 mujeres y 2 hombres. En el vídeo participan profesionales, voluntarios y cuidadores que ofrecen su testimonio, relatando su experiencia.
También aparece la edil de Bienestar Social del Ayuntamiento de Molina de Segura, Rocío Cózar, destacando que “la Escuela de Cuidados es una acción multidireccional que pretende prestar apoyo al cuidador y mejorar la atención que reciben las personas dependientes. Por otro lado, es también una iniciativa que quiere visibilizar y concienciar sobre la necesidad e importancia que los cuidados tienen en nuestra sociedad”.
La Escuela de Cuidados persigue, entre otros objetivos, aumentar la calidad de los cuidados que reciben las personas dependientes en su domicilio y responder a las necesidades de los cuidadores de personas dependientes que desean prestar la mejor atención posible a sus familiares dependientes. Además, se busca visibilizar la realidad social de los cuidados. En uno de los testimonios, una de las cuidadoras admite, entre sollozos, que su principal preocupación es servir de ejemplo a su hija pequeña, sin que ella perciba que está desbordada por su faceta de cuidadora de un familiar.