El Psoe gana en Molina, pero el gobierno se decanta a la derecha
- PP y Vox suman 14 ediles y podrán formar gobierno de coalición
- Los socialistas pierden un concejal y se quedan a dos de la mayoría absoluta, sin posibilidad de pacto porque Juntas por Molina y Podemos Alianza Verde no consigue representación
- De los cinco partidos que tenían representación, sólo tres formarán parte de la Corporación municipal porque Cs también pierde sus tres concejales y se borra del mapa político
En Molina de Segura el Psoe volvió a ganar las elecciones, pero no podrá gobernar. Los once concejales obtenidos, uno menos que en 2019, resultan insuficientes para alcanzar la mayoría absoluta, que sí podrán sumar PP y Vox. “Tenemos que sentirnos orgullosos porque hemos vuelto a ser la fuerza más votada y vamos a luchar hasta el final por lo que ha pedido la ciudadanía”, señaló el candidato socialista, Eliseo García, momento después de ser recibido entre aplausos en la sede de su partido por la militancia socialista.
Pero lejos de celebrar una fiesta por la victoria, el ambiente que se respiraba en la Casa del Pueblo era de tristeza y resignación. El alcalde socialista animó a los suyos y les espetó “a llevar la cabeza bien alta porque hemos ganado en casi todas las mesas” Los socialistas rozaron los 13.000 votos, pero bajaron 4,5 puntos con respecto a sus resultados de 2019. Ese descenso, unido a que ni Podemos Alianza Verde ni Juntas por Molina consiguen representación, hacen inviable un nuevo gobierno de coalición de los partidos de izquierda. Pese a todo, García Cantó se mostró “muy agradecido” con toda su candidatura y con la militancia.
“Vamos a seguir trabajando, liderando y luchando por la transformación que este municipio necesita”, subrayó el alcalde en funciones.
Al no ser posible un pacto de partidos de izquierda, la balanza se ha decantado del lado de las formaciones de derechas. Con cerca de 11.000 sufragios, los populares crecen cinco puntos, aumentan hasta nueve concejales su representación municipal y su candidato, José Ángel Alfonso, se coloca en primera línea de salida para ser investido alcalde el próximo 17 de junio. “Ha sido un resultado muy satisfactorio porque hemos aumentado en más de mil votos y hemos pasado de siete a nueve concejales. Es un reflejo del trabajo que hemos realizado”, indicó el alcaldable del PP.
Vox duplica los resultados de hace cuatro años, al llegar al 17,36% de los votos escrutados y tendrá cinco representantes en la Corporación municipal. “Somos el partido que más ha crecido y no sabemos hasta dónde vamos a llegar”, remarcó su cabeza de lista, Antonio Martínez, en la sede de su formación política.
Posible pacto
“Estamos con opciones de cambiar Molina de Segura. Tenenos que sentarnos para ver si hay un proyecto en común, más que hablar de ideologías”, fue la primera declaración de intenciones del candidato del PP con respecto a la posibilidad de un pacto con Vox. Y apostilló que en las primeras necesidades que tiene Molina, como en cuestiones de seguridad o limpieza viaria, “estamos en la misma línea y hay puntos comunes. Pero lo fundamental es la necesidad de cambiar Molina. Aunque también digo que se trata de ser alcalde a costa de la dignidad”.
En Vox tienen “la mano tendida”, según su portavoz y candidato, Antonio Martínez. “También sabemos con quien no vamos a pactar, pero lo que deben tener claro nuestros votantes es que sus votos van a tener validez y no van a ser pisoteados”, declaró el candidato del partido de derechas.
Por tanto, el Psoe tiene que digerir esta victoria amarga porque no le quedan otras opciones para sellar alianzas a su izquierda, ya que Juntas por Molina, con el 2,69%, y Podemos Alianza Verde, con el 1,83 por ciento, no tendrán representación en el Ayuntamiento.
Sin embargo, cerca estuvo el nuevo partido Urbanizaciones Activas, que se ha convertido en la cuarta fuerza política al sumar más de 1.500 votos. Pero no llegó al 5% necesario para entrar en el reparto de los 25 miembros que componen la Corporación molinense.
Peor le fue la jornada electoral a Ciudadanos, que desaparece del mapa político de forma estrepitosa. El partido encabezado por José Juan Morcillo pierde 10 puntos, y con tan sólo 365 sufragios se convierte en la séptima fuerza política en Molina, con poco más del uno por ciento de respaldo electoral. En 2015 llegó a tener cinco ediles, en 2019 se quedó en tres y ahora se borra del mapa. Y parece evidente que sus votos y sus concejales se han trasladado al espectro de la derecha que forman PP y Vox. Cs apenas supera a dos formaciones que concurrían a las elecciones por primera vez, Por mi Región, que tuvo 144 votos, y el Partido Comunista de los Pueblos de España, que se quedó en 68.
Con un censo electoral de 52.972 personas, en Molina se emitieron 34.012 votos, aunque hubo 305 votos nulos y 294 en blanco. . La participación llegó al 64,21 por ciento, ligeramente superior a que tuvo lugar en 2019. La jornada transcurrió sin incidentes relevantes en las 87 mesas que se repartieron por los barrios, pedanías y urbanizaciones de Molina. Eso sí la lluvia caída a media tarde interrumpió el buen ritmo que llevaban las votaciones, aunque luego se volvió a activar.