Dame más gasolina. Otro servicio esencial
La circulación de vehículos privados ha bajado de forma exponencial estos días, por el contrario, los transportistas y los autónomos de sectores esenciales circulan más horas que nunca para asegurar el abastecimiento o para que los profesionales sanitarios puedan contar con todo el material necesario para salvar vidas. Y para que ellos puedan circular son imprescindibles los empleados y empleadas de las gasolineras. Si algo estamos aprendiendo estos días es que esto es una cadena y que no somos nada los unos sin los otros.
María José M. R. trabaja en el Área de Servicio La Cañada en Molina de Segura. A ella, como a tantos otros trabajadores que hoy se consideran esenciales para el funcionamiento normal de la sociedad, el confinamiento ha afectado especialmente a su vida privada porque en la laboral nada ha cambiado, al menos, en lo que a jornada, labores y presencialidad se refiere. Como antes de la propagación del virus, acude a trabajar a turnos a la gasolinera: de mañana, de tarde y de noche y aunque sus funciones son las mismas, su forma de trabajar también se ha visto afectada por el Coronavirus.
Han cerrado la tienda de la gasolinera al público aunque los productos siguen en venta y se los proporcionan a los clientes a través de una ventanilla. Una ventanilla por la que ya solían atender habitualmente a los clientes en los turnos de noche. Cuando es necesario salir fuera del establecimiento, los empleados de esta gasolinera llevan guantes, mascarillas y disponen de gel hidroalcohólico cada vez que tienen que salir fuera a atender a algún cliente para proporcionarle una botella de butano o cuando se acaba el pan. <<Los clientes han entendido perfectamente estas medidas de prevención>> afirma María José.
La afluencia de público a la gasolinera ha bajado de forma considerable y <<los clientes habituales estos días son los que todavía siguen trabajando>>. Los transportistas, que están trabajando más que nunca como nos cuenta María José, y a los que <<se les iluminan los ojos cada vez que les damos un café. Bien cargadito porque lo necesitan>>. En el Área de Servicio La Cañada hacen lo posible por facilitarles el trabajo. Permanece abierto el servicio de ducha y aseo para sus clientes y están planteándose ofrecer comidas caseras preparadas para que los transportistas puedan comer algo caliente y en condiciones.
La gasolinera también está siendo un reducto de salvación para los clientes que no encuentran ciertos productos en los supermercados,<<muchos clientes particulares acuden a la gasolinera a por huevos u otros productos que no encuentran en el supermercado. También la cerveza y el tabaco se están comprando de forma masiva estos días>>. Y ante esas compras masivas, Maria José nos pide que tratemos de ser considerados con los demás y que evitemos las compras masivas para que todo el mundo pueda hacer acopio de alimentos ya que <<no todo el mundo se puede permitir gastarse 200 y 300 euros de golpe en una compra>>.
María José también resalta uno de los aspectos positivos para los transportistas estos días: el desplome del precio del carburante. <<Hace cosa de un mes el precio rondaba un euro con 10 o 20 céntimos y ahora está a 88 céntimos. Además, nosotros con el descuento lo tenemos a 44 céntimos>>.
Si tuviera que resumir en unas palabras las sensaciones que le están trasmitiendo los clientes que acuden a la gasolinera estos días, María José lo haría así: <<sienten una mezcla de resignación, miedo y prudencia>>.