Con un futuro cargado de incertidumbre, empresas de transporte como Campillo Palmera se centran en un presente en el priorizan estar al pie del cañón y no dejar ni una mercancía pendiente de entrega

Durante los días de confinamiento que estamos viviendo debido al estado de alarma causado por la pandemia del COVID-19, estamos valorando especialmente la labor de todos aquellos puestos de trabajo que están haciendo posible la subsistencia. Uno de ellos es, sin duda alguna, el sector del transporte, del que depende el suministro de material sanitario, alimentación, productos relacionados con la higiene,… y otros tantos productos de primera necesidad que recorren las carreteras cada día plantando cara al virus y siguiendo siempre unos protocolos de seguridad.

Una de las empresas molinenses que se enfrenta a diario a este reto es Campillo Palmera, la agencia de transportes que ha visto cómo gran parte de su plantilla se ha adaptado al teletrabajo y su coordinación, aplaude la directora de recursos humanos, Carmen Campillo, es impecable.

Carmen Campillo, directora de recursos humanos y miembro directivo de Campillo Palmera

 

Por su parte, David Michilot, director general de grupaje y paquetería, asegura que los protocolos han cambiado y se han adaptado a las nuevas medidas de seguridad para evitar cualquier tipo de contagio. Medidas que contemplan el aislamiento de las oficinas, la instalación de mamparas que separan las distintas zonas, uso de guantes y máscaras de todos los trabajadores, desinfección diaria de las instalaciones,  acceso controlado de todas las personas que entren o salgan de la agencia,… En cuanto a los transportistas, se les exige el uso de guantes y mascarillas y se le prohíbe que bajen del camión. Además, en lugar de portar la carta de porte impresa se ha sustituido por el formato digital, algo que, asegura David «con eso es suficiente incluso para presentarlo a la Guardia Civil o a Tráfico». 

David Michilot, director general nacional de grupaje y paquetería

 

Menciona el director de nacional que la situación es insostenible económicamente, ya que la producción se ha visto reducida en un 90% en cuanto a tránsito de mercancías. Sin embargo, Michilot añade que su principal preocupación es la integridad física del resto de trabajadores que continúan en las instalaciones de la empresa porque, como afirma, aunque van protegidos no dejan de estar en primera línea de riesgo.

 

En lo que al transporte internacional se refiere, Carmen asegura que la normativa europea es similar a la nuestra salvando mínimas diferencias, pero es importante estar informado para no saltarse ninguna norma o requerimiento y cumplir con las exigencias de cada país, como por ejemplo la declaración jurada que solicitaban desde Hungría en la que había que asegurar que los conductores no estaban contagiados y que tomaban las medidas de protección necesarias. Tal y como cuenta Campillo, el envío de mercancías está acotado al sector de la alimentación, especialmente todas aquellas perecederas.

Carmen Campillo, directora de recursos humanos y miembro directivo de Campillo Palmera

 

Algunos de los servicios especiales que están surgiendo en el tránsito de mercancías nacionales son de suprema urgencia, y en algunos casos ha sido preciso trabajar contra el calendario para entregar, como nos cuenta Michilot, material médico a un hospital madrileño.

David Michilot, director general nacional de grupaje y paquetería 

 

A la pregunta de cómo ven el futuro tras el estado de alarma desde Campillo Palmera, la directora de recursos humanos tiene claro que sin duda llegará cargado de incertidumbre. Reconoce que actualmente el mercado está muy parado y, pese a que el transporte continúe trabajando, es escasa la producción también en ese sector. Campillo es optimista en cuanto a que nuestra sociedad será capaz de salir adelante porque, como reconoce «los españoles saldremos adelante porque somos luchadores y eso nadie nos lo puede quitar».

Carmen Campillo, directora de recursos humanos y miembro directivo de Campillo Palmera